TAF SE MUEVE: MUSEO ARQUEOLÓGICO

 El calor no impidió que cumpliéramos con la salida cultural del mes. La cita: Museo Arqueológico, para ver el Egipto de Eduard Toda.

Intelectual, diplomático y viajero incansable, Toda fue viceconsul de España en Egipto desde 1884 hasta 1886.


Durante su estancia en El Cairo, su integración en la sociedad cairota le acercó después a los egiptólogos y adquirió un valioso conjunto de antigüedades, fotografías y calcos que trajo consigo a España.


 Reunió una colección de más de 1350 antigüedades egipcias.  Su escasa formación y sus recursos, bastante limitados, dan idea a qué objetos podía acceder, aunque no por ello menos valiosos. 

Gran parte de estos objetos forman hoy una de las colecciones egipcias más importantes conservadas en una institución pública española, albergada en el Museo Arqueológico Nacional (MAN).



Las imágenes que muestran los muros de la exposición están tomadas de la colección de Eduard Toda. Representan hombres y mujeres de clases populares con  típicas vestimentas y diversas profesiones. Los egipcios con profesiones liberales o cargos públicos no eran fotografiados, al no ajustarse al imaginario occidental.

  En la muestra predominan piezas de pequeño y mediano formato, salvo por varios elementos del ajuar funerario.


Gracias a su amistad con los responsables de patrimonio, en 1886 participó en su viaje de inspección anual al Alto Egipto.

Durante ese viaje realizó actividades logísticas, de registro y labores fotográficas. Adquirió objetos y recabó información.

Participó en tareas de documentación  de las tumbas decoradas de Elbab y otros importantes yacimientos. 

También presenció la apertura de la cámara de Sennedjem. 


De vuelta a España promovió la divulgación de la civilización egipcia mediante conferencias y publicaciones.


Desde 1887, su carrera diplomática le llevó a nuevos horizontes. Participó en comisiones historico-culturales en Cerdeña (1887 y 1889) También en acuerdo de fronteras con Portugal, entre otros. Y fue cónsul en varias ciudades de Europa. En todos estos destinos mostró inquietudes similares a las que  tuvo en Egipto. 


Escribió y formó colecciones sobre otras culturas; sin embargo, Egipto fue su legado más famoso.



Finalizada la visita egipcia, aún tuvimos tiempos de ver, en la Sala de Novedades, el Tesoro de Tomares, Sevilla. 


El Tesoro lo componen diecinueve ánforas repletas de monedas romanas. 


Han permanecido ocultas durante diecisiete siglos en el subsuelo de una villa romana de la provincia del Aljarafe.


Más de cincuenta mil monedas de comienzos del siglo IV son un valiosísimo "tesoro" para la investigación científica que pueda desvelarnos su auténtico valor: el de su historia, nuestra historia.


Con esto finalizamos la visita al interior del Museo, aunque aún dimos un paseo por el jardín.


 
Decidimos que estando allí era obligado bajar a ver las pinturas rupestres de Altamira. 

La recreación de la cueva es siempre interesante y muy de agradecer, tan refrescante, con el calor que hacía en la calle. 


No podíamos irnos sin ver el arco románico de San Pedro de las Dueñas, del siglo XII, recientemente instalado y reproducido íntegramente con una impresora 3D. Lo antiguo y lo moderno compartiendo espacio. 


Y terminadas las visitas al Museo Arqueológico nos encaminamos a buscar un sitio donde tomar el aperitivo.  


As Pedriñas Novas, en Ortega y Gasset, en un local que ya conocemos y nos gusta, y se unió otra compañera. Muy ricos los torreznos y los boquerones en vinagre. 

Y otra más se acopló a la hora de la comida en Saona, también un restaurante que hemos frecuentado anteriormente.


  Solo quedaba el café, y aumentamos el grupo con otra integrante más de TAF. Leímos y comentamos los deberes, se propusieron ideas para hacer durante las vacaciones y que no nos apolillemos, formalizamos fechas de próximas reuniones y así dimos por finalizado el curso.
 
Ya comienzan las vacaciones para unas y otros y hasta septiembre no volveremos a reunirnos y retomar nuestras tertulias. Despedidas, abrazos, buenos propósitos y mejores deseos para este verano.

Desde "esta ventana", os deseamos un buen verano a todos, en el que además de disfrutar de otros lugares, mar, montaña, distintas ciudades, dejéis un poco de espacio para el descanso y que vuele la imaginación, que siempre es bueno seguir creando historias.  

TAF SE MUEVE: JARDÍN BOTÁNICO


En una hermosa mañana, casi veraniega, nos dimos cita para llevar a cabo nuestra acostumbrada salida mensual, aunque en esta ocasión hemos cambiado la bellas artes por la no menos belleza natural que nos ofrece el Jardín Botánico.


Con más de 5.000 especies de plantas distribuidas a lo largo de cuatro niveles de terrazas, el Real Jardín Botánico de Madrid es un agradable pulmón verde localizado junto al Museo del Prado.



Felipe II , junto al Palacio Real de Aranjuez, creó el jardín botánico a instancias del médico Andrés Laguna. 

 Más tarde Fernando VI, en 1755,  instaló en la capital el jardín botánico, situándolo en la Huerta de Migas Calientes (actualmente Puerta de Hierro a orillas del rio Manzanares) , creando así el Real Jardín Botánico. 

Contaba con más de 2000 plantas, recogidas por José Quer, científico y cirujano, en sus numerosos viajes por la península ibérica y Europa, sobre todo por Italia donde fue destinado, u obtenidas por intercambio con otros botánicos europeos.


La continua ampliación del jardín llevó a  Carlos III diera instrucciones en 1774 para trasladarlo a su actual emplazamiento en el Paseo del Prado de Madrid, dentro del programa de ordenación del Salón del Prado y de Atocha.


El Conde Floridablanca,  primer ministro de Carlos III puso especial interés en el traslado del Jardín al prado viejo de Atocha. No solo porque permitiría embellecer el proyecto del Salón del Prado sino, sobre todo, porque serviría como un símbolo del mecenazgo de la Corona con las ciencias y las artes.


Las expediciones científicas a lo largo de Europa acumularon numerosas especies vegetales diferentes, algo que, unido a los intercambios de plantas que se realizaban con otros jardines botánicos, lo convirtió en uno de los jardines botánicos más importantes de Europa a comienzos del siglo XIX.


En un inicio el Real Jardín Botánico tenía la función principal de su uso en la medicina, incluso se permitía a la gente utilizar sus plantas, aunque durante los meses de primavera y verano se convertía en un lugar fresco y agradable frecuentado por la alta sociedad, que buscaba evadirse durante los días más calurosos.


El jardín cuenta con cuatro terrazas escalonadas a lo largo de las cuales se distribuyen las diferentes especies. En la zona superior, ubicada tras el pabellón Villanueva, en el que se realizan exposiciones temporales, se encuentran algunas colecciones especiales como los bonsáis donados por Felipe González.


La segunda terraza, de estilo romántico, cuenta con un estanque y dos invernaderos, mientras que en la siguiente terraza se encuentra una colección vegetal que muestra un recorrido desde las plantas más primitivas hasta las más evolucionadas.

En el nivel más bajo y más amplio del jardín se encuentran las plantas más vistosas y ornamentales: peonías, rosales, rododendros... que se muestran en su máximo esplendor este mes.


También es esa terraza se encuentran frutales y las plantas medicinales, aromáticas. Las medicinales que estaban en un principio a disposición de médicos, boticarios y gente en general que podían recogerlas para su uso particular.


El jardín cuenta con un itinerario, de árboles singulares, un recorrido por 15 ejemplares que se distinguen del resto por su longevidad, porte monumental o por tratarse de ejemplares históricos asociados a la tradición del Jardín.



Declarado Jardín Artístico en 1942, el Real Jardín Botánico cuenta entre sus colecciones con un herbario con más de un millón de pliegos, la biblioteca y el archivo, con cerca de 10.000 dibujos, así como la muestra de más de 5500 especies de plantas vivas.


No podíamos marcharnos sin dar una vuelta por el invernadero.

Tampoco sin volver a disfrutar de las preciosas peonías.


Y con eso dimos por finalizada la visita del Botánico que solemos realizar un par de veces año, pues cada temporada tiene su encanto y no nos gusta perdernos la floración de bulbos, azaleas, rosales, iris o celindas. Fueron un par de horas de paseo en la que no dejamos de sorprendernos por la belleza y colorido de las flores y los árboles. 
Sin prisa nos llegamos hasta Atocha para comer en Sanabria, un restaurante ya conocido, aunque esta vez salimos menos contentos.


El café lo tomamos en un local cercano, La Reina, bastante ruidoso, aunque poco pudimos elegir pues esa zona con el buen tiempo tenía las terrazas llenas y cada vez más limitaciones por parte de los locales (fuera no se sirve café, no se pueden juntar dos mesas...)

Aún así, logramos hacer la tertulia con las lecturas correspondientes, planificamos las próximas reuniones, trabajos y salidas y celebramos el nacimiento de Julia.

También  procedimos al sorteo del ejemplar que anualmente, y con motivo del día del libro, compramos. En esta ocasión recayó en nuestra compañera Pilar.


Y sin más, despedimos este día tan bucólico y agradable, en el que tanto disfrutamos en contacto con la naturaleza, deleitándonos con su inspiradora belleza.

CON NOMBRE PROPIO: EDUARDO MENDOZA

 

Eduardo Mendoza ha sido galardonado con el Premio                     Princesa de Asturias de las Letras 2025.




El jurado destaca del escritor, de 82 años y galardonado en 2016 con el Cervantes, su decisiva aportación a la literatura.

Con ese estilo tan suyo que mezcla lo serio y lo profundo con lo ligero y lo cómico, también con sus obras ha logrado capturar los cambios sociales, políticos y culturales de España a lo largo de varias décadas, siempre con su aguda mirada sobre la sociedad española y sobre el poder.

A Mendoza le debemos títulos ya clásicos de la literatura española como 'La verdad sobre el caso Savolta' (1975), 'El misterio de la cripta embrujada' (1979), 'El laberinto de las aceitunas' (1982), 'La ciudad de los prodigios' (1986), 'Sin noticias de Gurb' (1991) o 'El asombroso viaje de Pomponio Flato' (2008), que han cautivado a millones de lectores.

El acta, que ha sido leída este mediodía en Oviedo por Muñoz Machado, destaca que «su prosa clara engloba tanto el lenguaje popular como los cultismos más inesperados, en sus libros sobresalen el sentido del humor y la visión desenfadada y humanista de la existencia».

«Eduardo Mendoza es un proveedor de felicidad para los lectores, y su obra tiene el mérito de llegar a todas las generaciones, que hoy se reconocen en sus luminosas páginas», ha concluido el jurado.

¡Enhorabuena!


DESDE DENTRO DE TAF: FEDERICO FAYERMAN


 

LUNA

Nació una noche plena de estrellas,

rondando el alba.

Llegó a este mundo siendo ya hermosa,

tan blanca.

Pudo ser luz, pero no sombra.

Pudo ser brisa, que nunca cierzo.

Pudo ser día.

Pudo ser canto, pudo ser son.

Pero fue Luna.

Tan blanca Luna.

La Luna mía.

 

Federico Fayerman


PRESENTACIÓN DEL LIBRO DE ANTONIO M. CONTRERAS "CUADROS CONTADOS"

PRESENTACIÓN DE "CUADROS CONTADOS".

 


Nuestro amigo Antonio M. Contreras Jiménez presenta su nuevo libro "CUADROS CONTADOS".  Será el próximo viernes, día 9 de mayo a las 19,30 h. en el Hogar Extremeño de Madrid. 

Aquí tenéis toda la información, y conociendo a Antonio, seguro que será un acto interesante y entretenido. 

Esperamos veros por allí. 



TAF SE MUEVE: MUSEO DE ARTES Y TRADICIONES POPULARES


En el Rastro, en un día radiante, y bajo la eterna mirada de Eloy Gonzalo, nos citamos para hacer nuestra salida cultural de este mes.


El destino: Museo de Artes y Tradiciones Populares.


Fue inaugurado en 1975 en el campus de Cantoblanco con una donación de más de 2500 piezas realizada por Guadalupe González-Hontoria y Allendesalazar. 

Esta mujer, profesora de la universidad, se presentó a un concurso de pasta de dientes Profiden “La sonrisa más bonita” y lo ganó. El premio, un coche 4X4 la sirvió para recorrer España recopilando hasta 1500 objetos y piezas. 


En 2011, el Museo se trasladó a la corrala de la calle Carlos Arniches, en pleno centro de Madrid, compartiendo sede con el Centro Cultural La Corrala, creando así una interesante fusión entre la tradición popular urbana y rural. 

El Corralón del Rastro estaba ubicado en la antigua calle del Peñón, actual Carlos Arniches. 


Esta corrala data de los años 1823, inicialmente como casa de postas. Posteriormente se habilitó como viviendas en la planta primera y buhardillas (cuchitriles) en la segunda. Cada galería disponía de un único retrete común, sin agua corriente; se abastecían mediante un pozo.



Esas viviendas albergaban a ciento veinte familias; en ocho o diez metros cuadrados las más grandes, vivían hasta seis u ocho personas.



La exposición dispuesta en torno al patio de la Corrala, realiza un recorrido  por celebraciones y fiestas presentes en la vida del ser humano desde su nacimiento
como el bautismo, el matrimonio o la propia muerte.



Igualmente se producen celebraciones cíclicas, que se repiten durante los años, como la Navidad, el Carnaval, o la Semana Santa, marcando momentos de descanso y acercamiento del individuo a la comunidad a la que pertenece.



También la exposición cuenta con accesorios, disfraces y trajes regionales de diversas partes de España.


Las colecciones del museo, formadas por piezas de carácter etnográfico procedentes de todo el territorio nacional, se han ido incrementando hasta alcanzar los más de 8000 fondos actuales.



No podían faltar los Gigantes y Cabezudos, presentes en desfiles y cabalgatas de pueblos y ciudades. Éstos representan a personajes vinculados con Madrid: El alcalde de Móstoles, el emir Mühammad, fundador de Mayrit como enclave militar.
La modistilla Manuela Malasaña asesinada por las tropas invasoras francesas. La Arganzuela, la moza de cántaro que dio nombre a toda una barriada. La Calderona, amante del Rey Felipe IV. La menina Mari Bárbola. Sor Patrocinio, la Monja de las Llagas, muy influyente en el reinado de Isabel II. Y el diablo Cojuelo indiscreto testigo de la vida madrileña.



En el museo, en la galería superior, se recogen objetos vinculados a la vida cotidiana, utensilios de cocina, labores textiles, cerámicas o instrumentos musicales que reflejan el modo de ser de las gentes que los crearon y usaron.


La Corrala, desde sus orígenes, ha estado vinculada al comercio de la zona, actuando en un primer momento como casa de postas.


En tiempos más recientes se ubicaban talleres y tiendas de anticuarios vinculados al rastro madrileño.

En los encierres, que ocupaban la planta baja y se llamaban así esos espacios porque se utilizaban para encerrar las mercancías que se vendían en los puestos del rastro y en los mercados, se exponen algunos de los objetos y herramientas utilizados en la vida de pescadores, pastores o campesinos.


Y con esto nos despedimos de la Corrala, que estuvo en uso hasta 1990.


Tras un tranquilo paseo llegamos hasta la plaza de Cascorrro, al restaurante "La barca del patio", un local de ambiente andaluz donde queríamos comer, pero antes  tomamos un delicioso vermut. 


El café lo tomamos cerca, en el Parnaso, un bonito local decorado con instrumentos musicales, esculturas y cantidad de objetos interesantes. 
Saboreamos un capuchino, leímos los trabajos propuestos, fijamos fechas y temas futuros y recibimos regalos de nuestra compañera Maribego, recuerdo de su viaje a tierras exóticas.


Caminamos por el barrio con el fin de encontrar una librería y comprar un libro, como hacemos todos los años, para celebrar el día del libro.


La encontramos y cumplimos con la tradición.


Y con todos los deberes hechos, llegamos hasta la plaza de Tirso de Molina y, rodeados de flores, dimos por terminada la jornada cultural de TAF, correspondiente al mes de abril y disfrutando de una tarde soleada y alegre.