Con el patrocinio en exclusiva de la Fundación BBVA y hasta el 11
de septiembre de 2016, el Museo
del Prado presenta la exposición que conmemora el V centenario de la muerte
del Bosco.
Se trata de una ocasión irrepetible para disfrutar del extraordinario
grupo de las ocho pinturas de su mano que se conservan en España junto a
excelentes obras procedentes de colecciones y museos de todo el mundo.
Se trata del repertorio más completo del Bosco, uno de los artistas más enigmáticos e
influyentes del Renacimiento.
El montaje de la exposición resulta espectacular; constituído por módulos independientes que invitan al público a adentrarse en su personal
visión del mundo y que presenta libres sus trípticos más relevantes para que se puedan contemplar tanto el
anverso como las griselas del reverso que habitualmente no se ven.
Dado el
carácter monográfico de la muestra, y ante la dificultad que plantea fijar su
cronología, se ha distribuido su producción en seis secciones temáticas:
Infancia y vida pública de Cristo, Los santos, Del Paraíso al Infierno, El
jardín de las delicias, El mundo y el hombre: Pecados Capitales y obras
profanas, y La Pasión de Cristo.
La
exposición del V centenario se
centra en las obras originales de este artista, aunque incluye asimismo obras realizadas en el taller del Bosco o por
seguidores a partir de originales perdidos.
Otro grupo de obras, entre las que figuran
pinturas, miniaturas, grabados a buril de Alart du Hameel, relieves de Adrien
van Wesel y el manuscrito del Comentario de la pintura de Felipe de
Guevara, permitirá entender mejor el ambiente en el que se gestaron las
pinturas del Bosco, la personalidad de alguno de sus patronos como Engelbert II
de Nassau, o la valoración que se hacía de la pintura en el siglo XVI.
Gracias
al interés que mostró por el Bosco Felipe II, España conserva el mayor conjunto
de originales suyos y todos ellos figuran en la exposición. El Prado, heredero
de la Colección Real junto con Patrimonio Nacional, custodia seis obras
entre las que destacan los trípticos de El jardín de las delicias, la Adoración
de los magos y el Carro de heno.
De la Fundación Lázaro Galdiano, el San Juan Bautista uno de los mejores frutos del afán coleccionista de don José
Lázaro.
Junto a
estas obras, los préstamos procedentes, entre otras
ciudades, de París, Nueva York, Filadelfia Lisboa, Londres, Berlín, Viena,
Washington, Venecia, o Rotterdam, hacen de esta exposición un acontecimiento único para sumergirse en el
imaginario de uno de los pintores más fascinantes del arte universal.
La
importancia de una exposición está en la satisfacción que con su contemplación público y
especialistas pueden sentir.
La reunión
por primera vez en un mismo espacio de la mayoría de sus obras maestras
contribuirá decisivamente a dilucidar algunos de los interrogantes que aún
planean sobre su obra, tanto a la hora de fijar su catálogo como a la de
reconsiderar su cronología.
En este sentido, la muestra que el
Prado dedica al Bosco es no sólo importante sino también necesaria.
Con la restauración sistemática
de sus originales y gracias a la colaboración de la Fundación Iberdrola España,
como miembro Benefactor del Museo y Protector del Programa de Restauración del
Museo del Prado, éste ha podido afrontar un desafío para el que ha estado preparándose largo tiempo.
Esta campaña ha culminado, en los meses previos a la
exposición, con la restauración las Tentaciones de san Antonio y de la Adoración de los magos,
obras maestras del artista, cuya belleza y calidad son ahora aún más evidentes.
1 comentarios:
Una exposición única por primera vez en Madrid, pese a que contemos en El Museo de El Prado con obras del autor. Al igual que Breughel, el Bosco nos muestra detalles de la vida cotidiana de la gente del pueblo, de los paisanos, que no encontramos en los pintores de corte ¡no hay que perdérsela!
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