TAF SE MUEVE: LOUIS VUITTON EN EL THYSSEN


¡Por fin la primavera se dignó a hacer acto de presencia! El sol y las flores nos acompañaron durante la salida mensual de TAF, y también el calor.
La cita fue en el Museo Thyssen para ver la exposición de Louis Vuitton. Un viaje en el tiempo a través de piezas emblemáticas de la firma.                                                  



Con sus creaciones fundó el "Arte de Viajar" una de las secciones de la muestra, en la que el creador ideo baúles, maletas, hamacas, bolsos o bolsas.
                                      


Nada escapó a su afán creativo: desde unas pequeñas y coquetas gabetas para poner flores frescas, que obsequiaba a sus clientas más distinguidas, hasta grandes baúles para una marca de cerveza.

Equipajes para largos viajes por mar, con baúles en los que la ropa y departamentos como cajones hacían las veces de armarios portátiles, y hasta un baúl-escritorio, encargo de un músico para que pudiera escribir durante las largas travesías.
Viajes en tren con maletas y una que fue la predecesora de las maletas que pueden ampliarse. Y otras para equipajes cuando el transporte utilizado era el avión.
Interesante ver como unas telas de hule adecuadamente impermeabilizadas conquistaron el mundo de los viajeros y la incorporación luego del cuero.

Resulta sorprendente ver como cada elemento a transportar tiene asociado un formato ideal: botellas de cerveza, flores naturales, monopatín, cama plegable, caviar o menaje para una merienda en el campo.  Todo ello mostrado y explicado por atentas azafatas dispuesta a enumerar las ventajas e historia asociada a cada diseño. 

Como si nunca hubiésemos visto coser a mano unas asas de cuero para futuros bolsos nos quedamos viendo como una señora de la fábrica de Saint Michel hacía la demostración en vivo y en directo.



 


Una vez terminada la exposición nos encaminamos al Real Jardín Botánico, deteniéndonos para posar con las meninas que se cruzaban en nuestro camino.
Nuestra compañera Mari Carmen se ha propuesto hacerse una foto con cada una de las 80 meninas que esperan pacientes en paseos, calles y esquinas, así que aprovechó nuestra salida para comenzar tan ardua labor.






Federico y Alejandro nos esperaban haciendo cola para entrar a ver el pabellón cubierto con exposición de dibujos, grabados, etcétera  con tulipanes como motivo; hacía tanto calor y la exposición pertenecía cerrada hasta el día 27, decidimos saltarnos en esta ocasión la visita al Botánico y volver otra día a verla. Así que cambiamos las flores por un tentempíe y fue un acierto. En la calle Moreto tomamos un aperitivo refrescante, que falta nos hacía pues el día estaba siendo de lo más veraniego.
Y al terminar, como no encontramos ningún menú de nuestro agrado por la zona, guiamos pasos hacia la Puerta de Alcalá, donde nos esperaban pacientemente otro par de meninas (las que más  nos gustaron de cuantas habíamos visto hasta ese momento), menos mal que estas estaban entre sol y sombra y mirando al Retiro, que no es mal sitio para fijar la vista.






Cogimos el bus hacia nuestro barrio, y tras recorrer otros cuantos restaurante acabamos en el Mozza Bar, y entre palmeras y loros cominos, pues con el paseo de después del aperitivo ya teníamos hambre y aunque alguno sugirió que entráramos en otro sitio a tomar un cocido, la mayoría consideramos que el tiempo invitaba más a salmorejo o ensalada.

Y camino de la tertulia sucumbimos a la tentación y entramos en la Cafetería Manolo, aunque en esta ocasión sustituimos los deliciosos "manolitos" por rosquillas de tres variedades (tontas, listas y francesas) y unas pastitas de mermelada, que está bien darse un capricho de vez en cuando, para acompañar los cafés, aunque no todas estuvieron dispuestas a comer nada más.
En Via 22, nos reunimos con las compañeras que no habían podido ir a la visita matinal, ni a la comida y conseguimos juntarnos los TAF al completo. 
Allí, empezamos la tertulia ultimando los preparativos para la presentación de "CON MÚSICA DE FONDO", que tendrá lugar el próximo 18 de mayo en el C.C. Buenavista, como ya sabéis y pronto recibiréis la invitación. 
Seguimos con los comentarios de los viajeros, cuentos para el nuevo libro, microrrelatos, todo bien aderezado de pastas de almendra del Monasterio de Santa Florentina, que nos había traído Carmen de Ecija, y unos lapiceros de Madinat al-Zahra (Medina Azahara), que al parecer escriben en árabe, pero aún les tenemos que sacar punta. 
Y así, entre risas, refrescos y en buena compañía pasó la tarde y culminamos una jornada inusualmente calurosa y de los más completa, celebrando que nuestro colectivo literario sigue de lo más activo.




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