POBRE
No
sé cómo ha ocurrido. Está todo tan malo,
como
suele decirse. Me he quedado muy pobre.
No
tengo ni un jilguero ni una estatua.
No
tengo ni una piedra para tirarla al mar.
No
tengo ni una nube que me llueva por dentro.
Ni
un cuchillo de plomo para cortar la rabia.
No
tengo ni una mata de tomillo
para
tender el pañuelo.
(Verdad
es que tampoco
tengo
pañuelo.
Se
nota cuando lloro y mis lágrimas corren como ríos de
lágrimas)
No
tengo ni una tira de tafetán rosado
para
tapar las grietas del corazón.
No tengo ni un pedazo de beso que llevarme a la boca.
No tengo ni un pedazo de beso que llevarme a la boca.
Ni
un poquito de sueño que llevarme a los ojos.
Ni
un retazo de Dios que me cubra las carnes.
Me
he quedado tan pobre
que
no tengo siquiera dónde caerme viva.
ANGELA
FIGUERA AYMERICH
(año
1952)
1 comentarios:
Precioso poema, dice tanto...
Publicar un comentario