En una mañana templada, aunque amenazando lluvia, nos dimos cita en la calle Serrano para comenzar nuestra salida mensual.
En esta ocasión acudimos a la recién inaugura sala expositiva Opera Gallery, un magnífico espacio, y no solo por las obras que muestra: Botero, Calder, Saura, Picasso, Chagal...
Paseamos por las salas disfrutando de piezas tan preciosas como esta columna de mármol, o una obra de Warhol.
Y tan colorista como un cuadro de Calder es el de André Brasilier.
La galería expone diversas esculturas de Manolo Valdés y tan magníficas como sus obras es la espectacular escalera de la Opera Gallery.
A la puerta del ascensor nos dio la bienvenida un atento personaje y pasamos un buen rato mirando y admirando una obra tridimensional de lo más curioso y sorprendente.
Con esto terminamos la visita cultural para pasar a temas más prosaicos y no menos importantes: buscar un sitio agradable para tomar el aperitivo.
Y después de un tranquilo y revitalizante paseo, recalamos en la taberna, As Pedriñas Novas.
El vermú gallego resulto ser un grato descubrimiento para acompañar a las riquísimas zamburiñas que nos sirvieron. Y no menos deliciosos los torreznos.
Y después de reponer fuerzas, otro paseo hasta llegar a el restaurante Saona, donde teníamos reserva para comer. Un local muy recomendable y otra sorpresa con la variedad de platos que ofrecen, bien condimentados y apetecibles. Tanto como los seis distintos postres que entre cucharas y risas compartimos.
Después de un largo paseo para encontrar el mejor sitio y celebrar la ultima tertulia de este curso, terminamos la jornada en El Barril. Cuentos, historias y risas fueron el broche final antes de las despedidas hasta después del verano.
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