COMPAÑIA
Dulce tarde, breve noche,
risa que alumbrando cae
despacio sobre mi cara.
No importa el tiempo pasado
ni lo que atrás se quedó.
Solo tu cuerpo cercano
hace al silencio hablador,
a la luz, le da tinieblas
y a las tinieblas sentido.
Brasa que deshace el hielo
hielo que la brasa apaga.
Dulce tarde, si estas tú.
de luz que nunca amanece.
Temblor que la carne invade,
en espera obligatoria
por quien nunca volverá.
Pensar y pensar: acaso.
Correr rápido y sin luz.
Ya nada puede esperar.
Ya nadie puede llegar,
Pero ella sigue pensando:
¿quizás... quizás? sin creer.
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