El último de los gigantes del llamado 'boom' latinoamericano, ha fallecido el 13 de abril de 2025 a los 89 años en la capital peruana.
Desde las páginas que escribió, de los personajes que soñó y de su lenguaje preciso seguirá viviendo en cada lector que se dejó cautivar por su extensa obra: 20 novelas, 1 libro de cuentos, 10 obras de teatro, 14 ensayos, 2 crónicas y una memoria.
De su literatura, destacan La ciudad y los perros (1962), Conversación en La Catedral (1969), La fiesta del Chivo (2000) o Travesuras de la niña mala (2006).
En ellas, retrató las tensiones entre el poder y la libertad, la pasión y la disciplina, o el deber y el deseo.
En 2021 le concedieron el Premio Nobel de Literatura, constituyendo así el último maestro de la lengua española en recibir un galardón por parte de la Academia Sueca.
Pero este no fue el único reconocimiento a lo largo de su exitosa carrera: ganó el premio Biblioteca Breve en 1962, el Rómulo Gallegos en 1967, el Príncipe Asturias de las Letras en 1986, el Premio Planeta en 1993 y el Cervantes en 1994. Para más énfasis, el 24 de marzo de ese mismo año ingresó como académico en la Real Academia Española (RAE).
Algunas de sus profundas y precisas frases:
“La pasión por la literatura,
como todos los buenos vicios, se acrecienta con el paso de los años”
“Escribir no es un pasatiempo,
un deporte. Es una servidumbre que hace de sus víctimas unos esclavos”
“Cuando la realidad se vuelve
irresistible, la ficción es un refugio. Refugio de tristes, nostálgicos y
soñadores”
“Aprender a leer es lo más
importante que me ha pasado en la vida”
"Me gustaría que la muerte me hallara escribiendo, como un accidente"
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