CON NOMBRE PROPIO

POR PILAR VAZQUEZ DASTI

LA CARRERA

De repente, y sin que hayas entrenado, la vida te inscribe en una carrera de obstáculos. Cuando te dan el dorsal no tienes ni idea de los kilómetros que tienes que recorrer, ni las vallas que vas a saltar, pero ahí estás tú, dispuesta a ganar, porque el premio merece la pena .

Y empiezas…, el primer obstáculo piensas que es el peor, pero sales de él superando hasta las viandas del camino ¡que mira que están malas! pero bueno, tienes un pequeño descanso y, además, cuentas con los tuyos que no dejan de animarte y ayudarte.

Y vuelves…, ahora ya sabes que no vas a tener descanso, y cuando saltas una valla, que te parece eterna y altísima, viene otra que te habían dicho que era menos complicada pero también te cuesta rebasar y no lo reflejas, pero estás cansada. Llevas tanto tiempo corriendo que ya te haces amigo de los demás corredores, y te das cuenta de que cada carrera es diferente, y cada corredor también.

Los jueces de la carrera son implacables, aunque también sabes que sin ellos nunca llegarías al final.

Bueno, ya has terminado esa vuelta y empiezas otra,de menos tiempo pero más intensa y ahí estás tú contando hacia atrás las vallas que te quedan por saltar y cuando crees que ya has terminado, abrasado por dentro, eso sí, resulta que no has acabado, que aún te quedan más obstáculos, pero los superas y corres, corres... Lo único que quieres es recibir tu premio, ese por el que tanto has luchado, por el que tanto te ha apoyado tu afición

Y sin entrenar lo consigues, cruzas la línea de meta y tú premio es LA VIDA.

                                                               

(Hemos decidido empezar el año publicando este texto que nos ha enviado una amiga, como reconocimiento al esfuerzo personal y una llamada a la esperanza. Gracias Pilar. )