EL SOCORRISTA
de Olga Carniado
Se estrelló contra el agua sin estrépito. Como si el salto fallido hubiera enmudecido no sólo a la gente que miraba sofocando el grito con sus manos, sino al propio aire. Su cuerpo flotaba, desvanecido, como un madero en un remanso tranquilo. El maquillaje, tan pulcramente aplicado por su entrenadora, no había perdido su color. Violetas, fucsias, verdes. Igual que el apretado bañador que marcaba sus formas aniñadas, su espalda rotunda. Alguien reaccionó al fin. Un anciano se despojó de su camisa, cual vigilante de la playa y se lanzó contra el azul. Esta vez, el sonido del agua rota estalló en todos los oídos. Se había lanzado demasiado lejos. Empezó a bracear sin conseguir recortar ni un milímetro, los brazos fuertes de arar el campo eran ahora palas inútiles contra ese líquido que se colaba entre sus dedos. Todo el mundo miraba, atónito. Una figura infantil, quieta. Una mancha ajada, rodeada de remolinos. Empezó a boquear. Él, que había ganado batallas a los mares más indómitos, a los ríos más bravos, estaba ahora atrapado en una cristalina piscina nacional. Cabeceó, rugió y de pronto, la tranquilidad se apoderó de la escena y el grito llegó a los oídos desmayados: “Me ahogo”.
La niña despertó como de un sueño. Tenía los ojos surcados de lágrimas y miró alrededor implorando perdón. La decepción se había apoderado de su pecho. Habían sido años de ensayos, de noches en vela, de golpes y morados, de rutina obligatoria. Y ahora, cuando estaban allí todos esos jueces, su madre, su abuela, Miguel con su sonrisa confiada,… todos, unas gotas inoportunas le habían hecho resbalar. Vió el trampolín mientras caía, luego dejó que el negro la inundara, eso mejor que la vergüenza. Pero… ¿qué la había hecho volver? Las ondas del agua captaron su atención. Y entonces lo oyó, otra vez… “Me ahogo”. En dos brazadas rompió la distancia que les separaba. Logró, tirando con todas sus fuerzas, hacer emerger la cabeza, el cuello. El anciano le guiñó un ojo. No había tragado agua. No necesitó su mano joven para terminar de salir del agua, sus rodillas se estiraron y su cuerpo emergió hasta la cintura. La niña notó el frío de los baldosines en sus pies, estaban en la zona que no cubría ¿Qué había pasado?
El anciano la abrazó y le susurró al oído: “El movimiento de tu pecho te delató. Respirabas más fuerte. Por la vergüenza. Ahora has sacado del agua a un anciano, eres una heroína. No lo olvides”. Y con la sonrisa más pícara del mundo metió su cabeza en el agua y echándola hacia atrás, colocó sus escasos cabellos.
12 comentarios:
Un relato interesante, con un final inesperado. Muchas gracias Olga por compartirlo con nosotros
Es sorprendente el final del relato. Mantiene al lector atento todo el tiempo para sorprenderlo al final. Me ha gustado mucho la figura del anciano y su hazaña para que la niña viera que era una heroína. Es un relato muy tierno y también conmovedor. felicidades Olga.
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y tú estás pisando tierra firme
de algún modo lo has hecho
eres una gran chica.
(Bob Dylan)
Estupendo ese lobo de mar que rescata el orgullo de la niña a brazadas. Buena historia, de las que te abren la sonrisa ¡Felicidades!
Conmovedora la generosidad del anciano, el conocimiento de las debilidades humanas.
Precioso, aunque no me extraña, de tal palo... Bienvenida a nuestro blog y ojalá no sea la última vez que nos regalas unos momentos de buena lectura.
Me ha encantado tu relato, desde el inicio te invita a seguir leyendo, encontrandote con un final inesperado y muy tierno.
Ya hay una escritora mas en la familia.
Enhorabuena,
Salva
Me gusta el relato, sobre todo por el mensaje que esconde.
Muy propio de ti tanta sensibilidad para expresarte, nos ha gustado mucho, esperamos que se repita a menudo, besos.
Las tatas.
Es muy interesante ver que de tal palo tal astilla, no esperaba menos, me ha encantado, animo y a po otro yá.
besos.ROSI
Olga, no va a tener más remedio que repetir, el éxito te reclama.
El relato está muy bien.
No entiendo de donde sale lo de Olga "La Portuguesa", pero hasta he votado.
¡Así da gusto estrenarse! Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.
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