MÚSICA EN MADRID

En la próxima sesión de “Nuestra Temporada” continuamos con la genial dirección musical de Daniel Baremboin que nos deleitó con su interpretación en Los Maestros Cantores.
Esta vez le llega el turno a Eugenio Onegin de Tchaikovsky (1879), obra basada en la novela homónima de Alexander Pushkin.  La música apasionada de Tchaikovsky es capaz de crear, al igual que en sus sinfonías, un mundo de oleadas orquestales conmovedoras. La novela en verso, de la que se sirviera el autor para las magistrales escenas que veremos, trata de la vida de un joven desaprensivo que rechaza el amor cuando se le ofrece y ciega la vida de su amigo Lensky, en un duelo absurdo, empujado por su falso orgullo.
La obra está atravesada por las referencias autobiográficas de su autor que sentía un profundo rechazo por Eugenio, pero es capaz de imaginar, junto al egoísta Onegin, el maravilloso personaje de Tatiana de personalidad soñadora y valiente.
Hay obras que interesan por la línea de canto o por su historia, pero en este caso será la música, que atenta a todo lo que sucede en el alma de estos personajes, la que desarrolla un discurso sinfónico de primer orden.

Los esperamos el Sábado 11 de Febrero a las 19,30 en C/De la Paz, 3 de Madrid (Metro Sol)
Rogamos confirmar vuestra presencia respondiendo este correo:"Felix Falcone" : arquiplaneo@gmail.com

EUGENIO ONEGUIN / P. I. Tchaikowsky (1840 - 1893)

Una señora rusa, Madame Lovina, tiene dos hijas: Olga y Tatiana. Olga es alegre y vivaracha; Tatiana es preocupadiza y soñadora. Viven en el campo, en una hacienda de su propiedad. A ella llegan dos muchachos: Lenski y Oneguin. El primero es el prometido de Olga. El segundo es un buen mozo corrido y corrompido, un elegante cínico.
Oneguin da flechazo a Tatiana, con tal profundidad, que aquella misma noche la joven le escribe declarándole su pasión. El calavera, irónicamente, contesta que no puede corresponderla porque no es digno de ella. Y se dedica a coquetear con la otra, la novia de Lenski, hasta el punto de que éste lo desafía, y en el duelo que celebran enseguida cae herido Lenski y muere. Oneguin, tremendamente dolorido por haber matado estúpidamente a su mejor amigo, desaparece.
Sigue Oneguin su vida despreocupada, hasta que lo vence el cansancio. Entonces regresa a la capital. Asiste a un baile en el palacio del príncipe Gremin, y es presentado a la hermosa dueña de la casa… que es nada menos que Tatiana. Entonces, a la vista de la fruta prohibida y difícil, siente un gran amor por Tatiana e intenta seducirla. Pronto se convence de que ésta es incapaz de fallar a su marido. Y entonces, con un tiro de pistola, pone fin a su vida vacía.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Estas sesiones operísticas son muy interesantes. Comienzan a las 20'00 horas, en la dirección que aparece en la reseña. Son quincenales. Un experto explica la ópera en cuestión. Luego, se ve la susodicha ópera y, posteriormente, hay una cena -fría o caliente, depende, pero siempre rica.
Cuestan algo más de veinte euros, pero merecen la pena.
Y los anfitriones son majos.
¡Animaos!