TAF SE MUEVE: PALACIO REAL




En su afán por recuperar y mantener el mayor número de tradiciones, las tropas de la Casa Real decidieron en diciembre de 2007 retomar el relevo en la Puerta del Príncipe, de cara al público. 
Una tradición ya consolidada en otros países.







La Guardia Real Española lleva realizando desde los años 1990 el relevo solemne de la Guardia Real los primeros miércoles de cada mes a las doce de la mañana, recordando el que se hacía diariamente durante los reinados de Alfonso XII y Alfonso XIII. En él participan más de cuatrocientos efectivos y cien caballos en unos cuarenta minutos de duración. Es un espectáculo realmente vistoso, colorista y marcial, amenizado con música.


En el relevo de la Guardia Real, intervienen hermosos caballos de pura raza española. Comienza con el establecimiento de los Puestos de Guardia en la Plaza de la Armería, seguido de la revista de la guardia entrante en la Plaza de Oriente; la entrada de la guardia saliente en la Plaza de la Armería, así hasta el último desfile de la guardia saliente.

Las escaleras de la Catedral de la Almudena, un lugar ideal para disfrutar del desfile.



Terminado el relevo, en la fachada principal de palacio, frente a los jardines de Oriente, la Banda Real ofreció un concierto con fragmentos de zarzuelas, marchas militares, canciones mejicanas y tradicionales madrileñas. 



Y pasito a paso, disfrutando de la hermosa mañana y las preciosas calles de Madrid, visitamos  La iglesia Castrense, Catedral de las Fuerzas Armadas.



En Puerta Cerrada, en "El Madroño", tomamos un rico aperitivo que a más de uno nos dejó como en trance.
 

Y ya vigorizados, llegamos a la Plaza de Benavente y bajamos hasta la calle de Cadiz, pasando por la de Barcelona para comer en el "En busca del tiempo", un restaurante muy agradable y recomendable.



Tras el café en "Brioche" la tertulia en nuestra sede habitual, "Via 22", dimos por finalizada esta jornada turística fuera de programa TAF pero tan agradable como prometía.
 







1 comentarios:

Esperanza dijo...

Salir una mañana y ponerte las gafas de turista en tu propia ciudad es un lujo que todos deberíamos darnos de vez en cuando. Lo pasamos genial y fue muy interesante. Repatiremos