TAF SE MUEVE: REAL ACADEMIA DE SAN FERNANDO



 La mañana desapacible por ventosa y gélida, no impidió que llevásemos a cabo nuestra habitual salida mensual; en esta ocasión la cita era en La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. 







 Al margen de su actividad docente y consultiva, la Real Academia es célebre por las importantes colecciones de arte que se exhiben en su sede ubicada, desde el año 1773, en el Palacio de Goyeneche, obra del arquitecto José de Churriguera, sito en la calle de Alcalá número 13 de Madrid.

Numerosos son los ilustres nombres que han pasado por la prestigiosa institución, ya sea como socios fundadores, maestros o alumnos.

El antiguo patio del palacio, se convirtió en un hermoso salón de actos.

Las obras que se exponen abarcan más de cuatro siglos, desde  Luis de Morales hasta Juan Gris y autores aún posteriores. Por la abundancia, riqueza y significado de las pinturas que conserva es considerada la segunda pinacoteca del país.

El conjunto de las trece obras de Goya que cuelgan en la Academia, compone la mejor colección de Madrid tras la del Prado. Entre otras famosas pinturas se encuentran el  Retrato de la Tirana, El entierro de la sardina, Fernando VII a caballo o un Autorretrato del pintor datado en 1815.


Junto a ejercicios académicos y piezas recuperadas del patrimonio español, se exhiben piezas de muy distintas procedencias. Parte de ellas provienen de la antigua colección de Manuel Godoy, otras aportadas directamente por artistas que formaron parte de la institución. Posteriormente se han reunido más obras mediante compras y donaciones. 
Es necesario disponer de más de una mañana para recorrer la gran cantidad de salas que albergan su colección permanente, y disfrutar de las obras expuestas, que no deja de sorprender al visitante por su extensión y variedad. 
Dado que se aproximaba la hora del cierre, la última planta solo pudimos verla apresuradamente, así que tendremos que repetir en otra ocasión. 
Queda pendiente.

Terminada la visita al museo, nos echamos a la gélida calle para ir a comer, en esta ocasión al restaurante "Cuevas el Secreto". Agradable lugar y delicioso menú, servido por un atento y dicharachero camarero que no dejó de elogiar a su equipo de fútbol a la menor ocasión, que el mismo propiciaba.




Terminada la comida en la calle empezaba a nevar, así que paseamos e hicimos sobremesa en un antiguo establecimiento, Café del Príncipe, de la plaza  de Canalejas. Última parada ante de la hora de dirigirnos a nuestra "sede habitual", donde nos reunimos con el resto de compañeros para celebrar la tertulia semanal, en la que comentamos textos, leímos cuentos, hablamos de trabajo y  avanzamos en el tema de la publicación de nuestro próximo libro, del que pronto podremos daros más información, pues ya se encuentra en el último tramo de su inminente edición.


   

1 comentarios:

JESUS dijo...

Que bien lo pasais