La exposición “El camino inverso” reúne
noventa dibujos, treinta y una esculturas y dieciséis medallas del escultor
Julio López Hernández (Madrid, 1930). Esta retrospectiva, comisariada por
Marcela López, hija del artista, ha sido organizada por la Real Academia en
colaboración con la Fundación Banco Santander.
Dibujar
es una forma de entrenamiento que mantiene a punto la habilidad para la
transcripción del pensamiento creativo, no sólo visual o artístico. El dibujo
es la mejor herramienta para la visualización de las ideas.
El
sentido renovador de la escultura de Julio López Hernández es una cuestión que
hoy está fuera de toda duda. Pues bien, en su obra los dibujos constituyen el
fundamento en el que se asientan los principios renovadores de su escultura.
La
idea de realizar una exposición de dibujos de un escultor acredita una
valoración nueva de los diseños para un artista no dedicado de forma exclusiva
a esta especialidad. Poner al alcance la trama y la urdimbre de la realización
de la escultura revela la forma y capacidad de acometer el acto primario de la
creación.
En los dibujos de Julio López está el inicio y la base de la
que partió para la realización de muchas de sus esculturas. También
existen muchos dibujos que no fueron después trasladados a esculturas. Son
esculturas subyacentes, esculturas durmientes, esperando que el artista decida
convertirlas en el cuerpo físico de una escultura. O, si no lo hace, dejarlos
para siempre como dibujos que fueron pensados para esculturas, como ideas que
podían haber dado lugar al nacimiento de una obra.
Julio
López Hernández solía insistir a su hija cuando, de niña,
buscando su
aprobación, le enseñaba alguna de sus tareas escolares de dibujo. “Tienes que
dibujar más. Dibuja a todas horas. ¡Dibújalo todo!”, le decía y era como si el
motivo, el tema del dibujo, fuera lo de menos, como si el propio hecho de
dibujar iniciara en sí mismo la vía, un encaminarse hacia el hallazgo de sentido.
En la
exposición se propone una experiencia de regreso, un desandar el camino de la
obra a la idea, a través de las huellas que Julio López Hernández dejó en sus
dibujos, para que pueda comprenderse mejor el curso de su pensamiento creativo.
Hasta el 6 de marzo
en la Real Academia de San Fernando
1 comentarios:
Esta nos llega muy recomendada por los que ya la han visitado
Publicar un comentario