Javier
Sierra se alzó
ayer con el LXVI Premio Planeta de novela con el manuscrito de El fuego invisible. Al certamen se
presentó con el título provisional de La
montaña artificial y bajo el seudónimo de Victoria
Goodman.
Emocionado,
indicó el autor: "Quiero dedicar
esta novela a los compañeros escritores, ya que se trata de la palabra donde
reside la fuerza creativa de nuestra civilización". "Es en el uso de
la palabra donde está el origen de la bondad y de la maldad, ése es el fuego
invisible que tenemos todos en nuestro interior".
El fuego
invisible trata sobre
el eterno misterio del Santo Grial. Un
joven profesor de origen español, nieto de un famoso escritor y afincado en Dublín,
viaja por unos días a Madrid a fin de participar de un extraño grupo de estudio
que se dedica a seguir el rastro de la famosa reliquia cristiana en la
literatura y el arte.
Lo que inicialmente parece una mera investigación científica pronto
se transformará en otra cosa, debido al asesinato de uno de los investigadores.
Como es
habitual en el autor, tras la peligrosa pista del codiciado Grial la trama despliega mucha erudición histórica y una gran paleta de referentes
culturales, situados en múltiples escenarios españoles.
Javier
Sierra (Teruel, 1971) no sólo es uno de los autores de ficción últimamente más
traducidos, sino que es el único escritor español que ha conseguido colocarse en
la lista de libros más vendidos de The New York Times, en 2006, con La cena secreta.
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