TAF SE MUEVE: BIBLIOTECA NACIONAL

En una mañana nublada y ventosa nos dimos cita en la Biblioteca Nacional para ver varias exposiciones.

Empezamos  con Lope y el teatro del Siglo de Oro

El teatro del Siglo de Oro constituye uno de los capítulos más destacados del pasado cultural español y de la dramaturgia universal, por sus cualidades artísticas, sus imponentes cifras de autores y obras, su penetración en las distintas capas de la sociedad, así como por su capacidad de expandirse dentro y fuera de los territorios hispánicos, y de pervivir con vigor escénico hasta hoy en día.
Lope de Vega es considerado el más prolífico autor teatral del siglo de Oro. Con cinco años ya sabía latín y con doce escribió la primera de sus más de cuatrocientas comedias.
Sus obras trascendieron fronteras; en Amsterdam, por ejemplo, entre 1638 y 1672 se hicieron más de 450 representaciones.
La exposición tiene como objetivos principales mostrar las claves de ese teatro en su época y su constitución en un patrimonio cultural de primer orden; su actualidad en los escenarios y los estudios; y el papel de las nuevas tecnologías para la puesta en escena, la difusión y la investigación. 
                            No menos interesante fue    
Viera y Clavijo. De isla en continente
La Ilustración fue un período de especial relevancia cultural para las Islas Canarias por la suma entre aquella pléyade isleña de personajes que alcanzaron una proyección nacional o internacional que destacó en el firmamento de la intelectualidad hispánica, se encuentra la figura de José de Viera y Clavijo (Realejo Alto, Tenerife, 1731-Las Palmas de Gran Canaria, 1813), una de las personalidades más importantes de la cultura insular, en particular, y española, en general, del siglo XVIII y comienzos del XIX. Con una excelente formación humanística, desarrolló una ingente labor científica, cultural y social. 
Aplicó sus conocimientos de química e historia natural al estudio de zoología, botánica, y mineralogía de las islas. Entre sus obras más relevante, la que le ha dado mayor fama: Historia de las Islas Canarias y su Diccionario de historia natural de las islas Canarias.

la exposición "Leonardo da Vinci: los rostros del genio." Coincidiendo con el V Centenario de su fallecimiento Un acontecimiento único para poder admirar los Códices Madrid, dos manuscritos excepcionales del ilustre florentino, tanto por su contenido como por su datación, ya que son obras compuestas en la madurez. Ambas circunstancias confieren un valor singular a las dos piezas.


El Códice Madrid I es un tratado técnico que contiene una selección de sus principales logros científicos y artísticos. El interés de los textos explicativos lo convierten en una fuente indispensable para conocer el funcionamiento de una mente prodigiosa. Es uno de los más bellos autógrafos conservados. 












El Códice Madrid II se trata de un cuaderno de trabajo en el que va anotando toda clase de asuntos. En esas páginas desarrolla, entre otras cosas, la problemática del vuelo artificial pilotado, explica un original sistema de reproducción simultánea de escritos e ilustraciones mediante planchas metálicas, incluso levanta acta de un supuesto hallazgo: “En la noche de san Andrés encontré la solución final de la cuadratura del círculo cuando ya se terminaba la vela, la noche y el papel en el que escribía, al filo del amanecer”. 













El hecho de poder contemplar los dos manuscritos originales de Leonardo constituye una ocasión única.




Por primera vez la Biblioteca Nacional de España abre su impresionante vestíbulo como espacio expositivo para que el visitante pueda ver reconstrucciones de máquinas presentes en los Códices Madrid I y Madrid II, dos de las grandes joyas de la BNE que se exhiben en la Antesala del salón general. 


Una de las grandes piezas es la réplica de uno de los principales proyectos que Leonardo acometió: el enorme caballo diseñado para Ludovico Sforza. 




 También descubrirá cómo alguno de los ingenios cobra vida y se materializa mientras observa unos documentos con 500 años de antigüedad. Algunos tan curiosos como el inventario de sus enseres, ropas y libros.











Después de la bien aprovechada mañana museística, nos apresuramos a tomar el aperitivo, pues el fuerte viento y el frío nos apremiaba a buscar algún lugar donde protegernos. Repetimos el vermú en Más Q Menos, acompañado en esta ocasión por su estupenda tosta de jamón con parmesano y unas sabrosas rabas.
La comida en La Taberna del Gijón, un precioso local, buen servicio y un menú bastante regular; quizás es que no se puede tener todo.
Y ya solo nos quedaba el café y la tertulia.Visitamos un local nuevo "Barril Expres" Nos gustó el café y el sitio: limpio, cómodo y tranquilo, tanto que queda establecido como punto de reunión de las tertulias Tafianas.  
Aquí nos reunimos con Federico. Y con esto, los flecos del próximo libro, en cuya edición estamos de lleno sumergidos, las lecturas de los trabajos de la semana, los comentarios y demás, dimos por terminada la tarde, celebrando la salida y la reunión, pues sigue siendo un placer para nosotros juntarnos y compartir algo más que folios.

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