TAF SE MUEVE: CASA DE MÉXICO


En esta ocasión hemos ido a México desde Chamberí. La nueva Casa de México está situada en un palacete de principios del siglo XX en la calle Alberto Aguilera de Madrid. 

Se celebra la semana de Michoacán con una exposición sobre las mariposas Monarca; recorren cuatro mil kilómetros de distancia desde Canadá hasta los bosques de oyameles en Michoacán. Migran hacia México a finales de octubre en busca de las condiciones climatológicas adecuadas para hibernar y se quedan en territorio mexicano hasta mediados de abril. 


 160 millones de lepidópteros encuentran un refugio que les asegura la supervivencia en los meses de noviembre a marzo. 






Viven entre tres y cuatro semanas, excepto la generación que nace en otoño y que es conocida como “Matusalén”, que vive entre siete y ocho meses. 

La tala clandestina es la principal amenaza para la preservación de la mariposa Monarca, la deforestación en las zonas de hibernación han provocado una considerable reducción de la población, razón por la que ya se encuentra bajo el estatus de especie protegida. La Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2008, 




En la misma sala en la que se acaba de celebrar un acto sobre estas mariposas y su entornos, también se muestras obras de autores contemporáneos
 Composiciones fotográficas muy modernas e interesantes, que llamaron la atención de nuestro grupo y ahora os mostramos.



También pudimos disfrutar de una muestra de la obra de Jorge Marín, uno de los mayores exponentes del arte contemporáneo figurativo en México. 


Su carrera ha sido multifacética, lo que le ha permitido abarcar distintas disciplinas artísticas: pintura, grabado, escultura, cerámica  y trabajar con diversos materiales. 


Sin embargo tras una larga y minuciosa búsqueda, optó por usar el bronce como signo distintivo, lo que resultó ideal para que las manos y los pies de sus personajes, así como las texturas de plumas, venas y telas, adquirieran la perfección de la materia viva.
 



Comenzó a esculpir la cerámica a principios de los años ochenta. El bronce ha sido su material preferido durante los últimos diez años.   

En el espacio público ha generado un diálogo inédito entre la obra de arte y el espectador que, cómplice de un juego espontáneo y lúdico, se apropia de un par de alas y convive con sus personajes fantásticos.                                   




Algunos de nosotros también posamos, jugando con la ilusión de volar aunque solo fuera en fotografía.








Los Grandes Maestros del Arte Popular Mexicano, muestran un recorrido por obras artesanales, de artistas populares que explican muy bien el rico imaginario del país azteca.




La familia y los eventos relacionados con la misma son motivo de muchas de sus obras. 



Divertidos juguetes realizados en madera

Cerámicas mostrando escenas que plasman su culto a la muerte. 
 
 Frida Kalo en distintas versiones
Algunas cerámica muestra escenas cotidianas.
Vasijas y recipientes como elementos decorativos.
 
 Curioso nacimientos, con "un misterio" un tanto peculiar, que muestra la forma de ser de un pueblo que sabe extraer el punto lúcido de cualquier situación.
Un atraco al tres con todo tipo de detalles, que nos entretuvo un rato para contemplarlo en toda su amplitud.

 Además de la cerámica, también hay muestras de tejidos, con fibras naturales y con plumas.
Este cuadro fue premiado, aunque en la foto no se observa el detalle, pero es una maravilla al estar realizado íntegramente con plumas de distintas aves.


 











La muerte, con la que tienen ese "especial trato", también es un tema que se repite en sus manifestaciones artísticas. 



En la tienda vimos muchos ejemplos de la rica artesanía del país: cerámica, madera, tejidos... Lui compró un "muertito" muy folclórico y divertido, como recuerdo de nuestra visita. 

 Especial mención para las impresionantes piezas realizadas en cerámica negra, bruñida y calada, verdaderas obras de arte.







O  estas enormes piñas, con esmalte vidriado y tapa, son una especie de tinaja que, además de ser una estupendo objeto decorativo, también tienen su utilidad al poder utilizarse como recipientes.





 Al terminar nuestra visita, pasamos por la librería y no encantó su lema.


En la librería nos volvimos locas viendo los libros tan interesantes y bonito  que venden, especialmente los infantiles. Y al final todas acabamos comprando "El animalario vertical" y algún otro.















Anexo a la Casa de México se pasa por un recibidor que muestra orgulloso unas 800 botellas de tequila distintos, parte de la colección de 1.200 que les ha cedido el Consejo Tequilero, al restaurante y bar Punta Arena


Allí tomamos el aperitivo, comida típica mexicana, chicarrones de atún en tortillas de maíz y trigo, que nos sorprendió agradablemente y gustó a todos, con su punto picante, imprescindible en la gastronomía de México. Fue el colofón de una visita interesante, amena y divertida. Además todas las personas con las que no cruzamos en la Casa de México, fueron amables y se mostraron encantadoras con nosotros, para hacer mas grato el recorrido.



Como íbamos bien de tiempo, decidimos tomar el metro para ir a comer al Wok Garden, donde se nos unió Alejandro y disfrutamos de la comida que cada uno quiso elegir; en cualquier caso, con el afán de probar  siempre terminas comiendo más de lo que necesitas, aunque fuimos comedidos, pues la presentación ya está a la vuelta de la esquina y queremos estar bien.
Y antes de la tertulia, un café, para despejarnos. Y la verdad es que hizo su efecto pues teníamos que ultimar detalles y flecos que quedaban para que la inminente presentación de nuestro libro salga como os merecéis. Además tuvimos tiempo de hacer lecturas, cuentos, trabajos, críticas y sugerencias. Una tarde y una salida estupenda, como casi todas las de TAF.

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