De teatros y opera. Por I. Ferreras

Teatro

 

  • "Fuga”. Toda la temporada. Teatro Alcázar, de Madrid.
   El exitoso dramaturgo Jordi Galcerán (“El método Grönholm”) ha estrenado, en la capital la obra “Fuga”, con la interpretación de Amparo Kirá Miró y Amparo Larrañaga. La obra narra la historia de un político abocado a dimitir, tras un escándalo de corrupción.
   En declaraciones a Europa Press, el autor ha subrayado que, a la obra de escribila, la corrupción le ha servido como pretexto para trazar una "comedia de enredos", de timados y timadores, que bebe de las historias del cineasta, escritor y dramaturgo David Mamet.
   "Es una comedia muy loca. Cuando la revisaba me recordaba mucho a las comedias del Hollywood de los 50, en que hay una sorpresa detrás de otra. A mí me hace muchísima ilusión que se estrene aquí y un político corrupto siempre está de actualidad", ha añadido.
   La pieza, escrita en 1995 y estrenada tres años después en Barcelona, cuenta la historia de un ministro que se ve obligado a dimitir por un escándalo de corrupción un tanto absurdo, y es que un constructor contratado por su Departamento, reforma su chalé gratuitamente.
El periodista que destapa el chanchullo seduce a su mujer, dejándolo en una situación desesperada, al borde del suicidio. Es entonces cuando irrumpe en su vida una vendedora ambulante alegre y dinámica que le devuelve la razón y parte de su esperanza.
Por otro lado, la omnipresente directora de escena inglesa Tamzin Townsend se encarga de la dirección de la pieza, como ya hizo, en su día, con “El método …” y otras tres obras de Galcerán; un tándem que, a la vista de los éxitos conseguidos, les está dando resultado.
Veremos qué acogida tienen en esta ocasión. El caso es que la Larrañaga, que no siempre es buena actriz, tiene tirón comercial y Kira Miró, en su primera incursión en las tablas- tiene el tirón mediático que tiene y mucha gracia personal. Les acompaña, entre otros, el maravilloso actor José Luis Gil (“Aquí no hay quién viva”, “La que se avecina”, en televisión). Otra baza importante…


  • Terror y miseria en el primer franquismo”. Hasta el 8 de febrero. Nuevo Teatro Alcalá.
El conocido dramaturgo José Sanchís Sinisterra (“El lector por horas”, “Lope de Aguirre traidor”, “¡Ay, Carmela!”) nos trae esta obra a la capital en la que una serie de personajes que sobreviven dentro del frenesí de sangre y represión de los primeros años de posguerra, un tema, por otro lado, recurrente en sus argumentos. En ella el autor hilvana los dramas personales de todas las órbitas afectadas por la represión, dando una visión desde diversos ángulos de la brutal posguerra en la que sólo hubo vencedores implacables y vencidos agonizantes.
El exilio interior y exterior se contrapone en la figura de dos hermanos, que comparten escena. La del exiliado en el interior (poeta que luchó en las filas de la República) es una escena tenebrosa: el personaje, agobiado, se despierta en la noche, y en su piso de Valencia quema legajos que podrían inculparle. Mientras, su hermano, prepara una deliciosa comida que debe ayudarle a conseguir un ascenso a redactor jefe en un periódico mejicano.
Lo banal, el "toque de chili", se contrapone, simultáneamente, a lo crudo. La culpa, el terror, la lista de los eliminados, la vana esperanza en la intervención de las potencias mundiales. Mientras uno de los hermanos se marchita en un piso de Valencia, fumando de forma compulsiva, asfixiado en recuerdos, quemando sus culpas; el otro, calibra las porciones de chili para preparar una salsa con la que adornar un marmitaco, la célebre comida vasca.
A lo largo de toda la obra impera una fuerte presencia de la violencia, tanto la visible, como la invisible, lo narrado se mezcla con lo físico, la evocación, con el apuñalamiento. La asfixia lo invade todo.
Para los amantes de este tipo de temática, del autor y del teatro histórico.

        “Imprebís cinco estrellas”. 
    Desde el 19 de enero, al 20 de marzo. 
    Teatro Alfil.

El estreno, en 1994, de Imprebís marcó un punto de inflexión en la trayectoria de la compañía L'OM.
Tras su presentación en Alicante, el estreno en el Teatro Talía de Valencia, con tres prórrogas consecutivas y la entusiasta respuesta del público con llenos diarios, hacía presagiar que se estaba ante un espectáculo insólito dentro del teatro español. Sin embargo, nadie podía intuir que 17 años después el espectáculo seguiría representándose, que se habrían sobrepasado las 1.500 funciones y el millón de espectadores y que habría llegado a los principales teatros de toda España. Precisamente la presentación por 6 temporadas en Madrid y 3 en Barcelona desató también el entusiasmo de la crítica: nombres como Haro Tecglen, Javier Villán, J. Henríquez, Pérez de Olaguer o Frederic Roda, saludaban el montaje como uno de los más originales y sorprendentes del teatro español reciente, llegando a figurar incluso en los libros de texto.
El éxito del espectáculo fue tan rotundo que muchos espectadores han asociado el nombre de la compañía a la propia obra y por eso, desde finales de los años 90, a L'OM le acompaña el apellido de IMPREBÍS, dando el nombre actual de L'OM-IMPREBÍS.
Desde los inicios, trabajaron con el creador del espectáculo, Michel López, el director en escena, Santiago Sánchez y los dos actores, Carles Castillo y Carles Montoliu, ellos son la columna vertebral del espectáculo al que se han mantenido fieles en estos 17 años.
La música en directo fue concebida con Ángel Estellés, que desgraciadamente falleció en el año 2004; y además de Mamen García y Yayo Cáceres, en la actualidad esta responsabilidad recae en el joven músico de 23 años Víctor Lucas, que ha dado un nuevo enfoque al trabajo musical del espectáculo. El diseño de luces original fue creado por Kique Mañas y, posteriormente, matizado y enriquecido por técnicos como Karlos Pereira, Toni Castillo y, hoy en día, por el responsable fundamental en la estética de la compañía que es Rafael Mojas.
Todos ellos celebran sus diecisiete años en cartel, y vuelven ahora con nuevas propuestas, nuevos protagonistas y experimentando con nuevas formas teatrales: Vuelven con “Imprebís 5 estrellas”, convencidos de que es más urgente que nunca hacer un teatro de aquí y ahora y dar una respuesta desde el humor y la inteligencia al momento que vivimos. Siempre fieles a su apuesta por un teatro genuino. Sin ceder a las tentaciones de ser absorbidos por cualquier programa de televisión…


  • Memento Mori. Hasta el 13 de febrero. Teatro Fernán Gómez, de Madrid.


La directora Margarita Sánchez ha elegido a África como eje central de esta obra del autor vasco Borja Ortiz de Gondra (“Del otro lado”, “Perro del mejor amo”), que llega Teatro Fernán Gómez de Madrid. Dirigida por Jaime Chávarri y con Cristina Rota al frente del reparto y de la producción, la función habla de la "responsabilidad moral de nuestra mirada" hacia ese mundo "olvidado", según el autor.
Según el mismo ha añadido, en un mundo interconectado "no podemos decir que no sabíamos". "Nuestra responsabilidad es decidir qué es lo que queremos ver. De eso habla esta obra y también de lo que cuentan los periodistas", explica.
  En este sentido, “ Memento Mori” habla de los sentimientos de una familia de mujeres triunfadoras en su profesión pero que ocultan heridas íntimas: una prestigiosa fotógrafa y sus hijas, una reputada reportera de guerra y una estudiante de medicina que decide seguir a África a su marido, un diplomático. Este continente cambia sus vidas y les empuja a complejos dilemas morales.
La idea inicial surgió en la mente de Cristina Rota (directora de la conocida sala Mirador). "Tras hacer Hamlet, algunos acontecimientos me hicieron reflexionar sobre la tragedia que es perder la memoria y recordé todo lo pasado en una Argentina dividida. Esta obra es el producto final de críticas y autocríticas", señala ella.
Junto a Rota completan el reparto de la función Melani Olivares, Nur Levi, Roberto Drago, Luis Hostalot, Manuela Nsuenzang y José Manrique. La puesta es escena y el vestuario corren a cargo de Alejandro Andújar. Destaca el hecho de que las fotos que aparecen han sido cedidas generosamente por el conocido fotógrafo Walter Astrada y proceden del trabajo que este artista hizo acerca del continente negro.
  

Opera


- “Iphigénie en Tauride”. 
   Hasta del 27 de enero. 
   Teatro Real.
Igual que Eurípides, el compositor alemán C. W. Gluck ensalza el valor de la mujer en “Alceste” e “Iphigénie en Tauride”, óperas pertenecientes ya a su reforma musical. La mujer del período artístico Rococó como objeto de placer se convierte en la heroína libertadora, como la frecuentará después de modo insuperable el siglo XIX. Para traducir esta idea de la Ilustración al lenguaje de la ópera, el compositor halla nuevas vías de expresión musical, que, posteriormente, inspirarán a Mozart, en su viaje a París, para crear el personaje de Ilia en “Idomeneo”. Al mismo tiempo, hace su entrada en la ópera la sensibilidad burguesa, tal como podemos observarla en las pinturas de Greuze y de Chardin. Su correspondiente musical lo podemos descubrir en la figura de una famosa melodía, que luego desarrollará hasta llevarla al culmen Beethoven en el primer movimiento de su sonata Claro de luna. La manifestación de este sentimiento, que más adelante desembocará en el Romanticismo, está ya presente en el aria "Ô, malheureuse Iphigénie" de la ópera de Gluck, según el dossier de prensa.
Hoy día, la Iphigénie salvada por Diana del incesto paterno y del sacrificio pero condenada al papel de sacerdotisa de sacrificios humanos, recuerda también a la multitud de mujeres del siglo XX que, a pesar de las guerras mundiales y civiles, mantuvieron la fe y la esperanza en la vida.

FICHA ARTÍSTICA:

Libreto de Nicolas-François Guillard, basado en las tragedias homónimas de Claude Guymond de La Touche (1757) y Eurípides (ac. 412).

Director musical: Thomas Hengelbrock

Director de escena: Robert Carsen

Director del coro: Andrés Máspero

Iphigénie: Susan Graham / Maria Riccarda Wesseling

Thoas: Franck Ferrari

Oreste: Plácido Domingo / Lucas Meachem

Pylade: Paul Groves / Yann Beuron

Diane: Maite Alberola

Orquesta y Coro Titulares del Teatro Real





1 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parece muy bien que reseñéis óperas. Deberíais hacerlo más a menudo.

Gracias