A la edad de nueve años Yves Saint Laurent soñó que algún día su nombre se escribiría con letras de oro en los Campos Eliseos. Hoy y hasta el 8 de enero, gracias a la exposición de la Fundación MAPFRE en colaboración con la Fondation Pierre Bergé-Yves Saint Laurent, ese dorado fulgor ilumina el Paseo de Recoletos de Madrid, en un repaso completo a 40 años de creación del diseñador. La muestra, que ya se expuso en el año 2010 en el Petit Palais de París, constituye la primera retrospectiva que se presenta en España sobre el genial artista, uno de los grandes de la moda del siglo XX.
De 1958 a su postrera colección en 2002, YSL cambió el sentido de la elegancia establecida imponiendo en el mundo femenino el traje pantalón de corte radicalmente masculino, la Sahariana o el esmoquin. La construcción de su estilo muestra a un auténtico innovador incorporando a sus desfiles a maniquís de raza negra, presentando piezas con texturas y materiales hasta entonces nunca empleados en alta costura como la rafia, la madera, el metal o las pieles teñidas; trajes inspirados en sus viajes imaginarios por países y culturas distintas.
También en circunstancias polémicas como la Colección 40, del verano 1971, que supuso un auténtico escándalo al estar inspirada en las mujeres que confraternizaron durante la guerra con los militares alemanes.
Así mismo, muchas de sus creaciones se basan
en obras de artistas plásticos:
Velásquez, Goya, Mondrían, Matise…
Imposible pasar por alto la sala dedicada a los trajes de noche ambientada en un salón de baile de la película “El Gatopardo” en franca alusión a la decadencia de la alta costura.
La exposición se cierra con una apoteosis de colores y de creaciones que ubican su obra en el presente. También, se completa con 81 bocetos realizados por la mano del propio Yves Saint Laurent, donde el visitante puede contemplar todos los pasos dados por el genial diseñador: desde la idea inicial, hasta la ejecución final del modelo. Además de los dibujos se muestran diversas series fotográficas, como las realizadas en 1971 por el fotógrafo Jeanloup Sieff, para la publicidad del lanzamiento de su primer perfume para hombres, Pour Homme.
En definitiva, los distintos espacios muestran las inspiraciones artísticas y culturales de un diseñador que combinó el anhelo de vestir a la gente común, sin renunciar por ello a la confección de un modelo exclusivo para la mujer de sus sueños.
1 comentarios:
Parece una interesante exposición y después de leer este resumen creo que iré a verla.
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