ESE NEGRO OBJETO DEL
DESEO.
–Hola
Mary soy Elena, tu hermana.
–Hola Elena, ¿Qué
tal los chicos? A ver cuando nos vemos, hace mucho que no os veo.
–Están muy bien,
muy bien. Te llamo para saber si vas a ir al funeral de la tía
Paqui. He estado enferma y no pude ir al velatorio. Es que…
necesito hablar contigo.
–Ya, te eché
de menos en el velatorio, a ti y a los chicos ¿Qué querías
decirme, Elena?
–Tengo que hablar
contigo urgentemente, Mary, de algo importante, pero prefiero
viéndonos.
–¿Te ha pasado algo,
Elena?¿Le ha pasado algo a los chicos?, dime lo que pasa por favor,
me tienes en vilo.
–Te he dicho que
quiero hablar contigo. Creo que hablo claro, Mary.
–Dime lo que quieras, ya
estamos hablando.
–No,
prefiero hablar en persona. Por eso te he preguntado si vas a ir al
funeral.
–Dime ahora lo que
sea, el funeral estará lleno de gente. ¿De que quieres hablar?.
–¡ Que cara más
dura tienes ! Ya lo sabes, de lo que te
llevaste y ella, me lo había prometido a mí, siempre,
toda la vida.
–Ya estamos, ya
estamos. Te he dicho cincuenta veces, que ella,
EN VIDA,
Elena, me lo regaló, que me lo llevé hace cuatro años. Que la tía
estaba bien cuando me lo regaló. QUE ME LO DIO A MI, que quería que
lo tuviera yo.
– A saber lo que
la dirías para que te lo diera. Ella siempre me lo enseñaba y me
decía: “Elena esto será para ti cuando muera”. Y delante de ti,
delante de toda la familia. A última hora le hiciste mucho la
pelota, para quedarte con él, no lo niegues, siempre lo codiciaste,
Mary..
–Yo no he
codiciado nada Elena. Mira a última hora, fui yo quien se encargó
de ella. Y además, ¿por qué no se lo pediste en vida? Ya sabías
que me lo había regalado. Habérselo dicho cuando estaba viva.
–De sobra sabes que no
pude ir a verla, en mucho tiempo. Sabes que tengo la espalda fatal.
No estaba para cargar enfermos. Además, Pedro no me dejaba ir .
–Vaya, mujer, me
alegro de que por fin,! una vez en la
vida!, le hicieras caso a tu exmarido.
No se lo habías hecho nunca, Elena.
–!Eres una víbora,
Mary!! ¡!Qué mala has sido toda la vida! Ya lo decía Papa.
–¿Papa, Papa?. Si
a Papa, le mataste con los disgustos que le
diste. No me hagas hablar Elena… No me hagas hablar.
–Embustera, mentirosa,
asquerosa. Me has ido quitando el cariño de todo el mundo. Siempre
has sido una envidiosa.
–¿Envidia de
quien?. No será de ti,,, que has ido
labrando tu desgracia día a día . Peleando con todo el mundo. No
has dado más que disgustos a tus padres y a todos los que te
queríamos.
Te voy a colgar,
Elena. No tengo ganas de seguir
discutiendo.
–Claro Mary,
ahora cuelgas. No te interesa seguir hablando. Si no me escuchas lo
que te tengo que decir, armo un escándalo en el funeral, como que me
llamo Elena.
–Arma lo que quieras,
hace mucho tiempo que dejaste de avergonzarme. No me importa. Adiós.
–¿Con quien
hablabas, Mary?.Anda arréglate, que no nos
sobra mucho tiempo.
–Ya voy Antonio.
Era mi hermana, que sigue con el mismo tema, “que era suyo, que era
para ella” ¡Qué personaje! Es una pesada, con el tema, me
pone de los nervios.
–Mándaselo a su
casa, por favor. Nunca lo hemos usado. Es más, ni los hijos cuando
vivían con nosotros lo han tocado ni para jugar.. Anda y que se lo
lleve, o mejor se lo enviamos nosotros. Mañana mismo, llamo al
transportista y se lo mando. Ninguna lo queréis para nada. Nunca
tuvimos la llave ¡si no lo sabéis tocar!
¡COÑO,
CON EL DICHOSO PIANO!
0 comentarios:
Publicar un comentario