PINCELADAS Y TRAZOS: MUSEO THYSSEN - EL SURREALISMOS Y EL SUEÑO



El Surrealismo no fue un movimiento artístico más, sino una actitud ante la vida que ha dejado una marcada huella en todo el arte posterior. Esta exposición muestra, por vez primera cómo esa huella, tiene su raíz más profunda en la vinculación surrealista entre sueño e imagen. 



 
Los surrealistas reivindicaron desde un primer momento el sueño, junto a la escritura automática, como una de las vías fundamentales de la liberación de la psique. Para ellos, el sueño era un plano de experiencia diferente al de la vida consciente, cuyo conocimiento incidía de modo especial en el enriquecimiento y ampliación del psiquismo.

 




  



Reúne un total de 163 obras, entre las que se incluyen diversos soportes como pintura, dibujo, obra gráfica, collage, objetos y esculturas, fotografía y cine, con el fin de mostrar la raíz más profunda del surrealismo. André Breton, Salvador Dalí, Paul Delvaux, Yves Tanguy, Renée Magritte, André Masson, Max Ernst, Jean Arp, Claude Cahun y Paul Nougé, son algunos de los artistas que componen esta muestra. 

Sin embargo, en esta retrospectiva también se incluyen nombres menos incontestables.

 Ese es el caso de un buen número de mujeres, artistas que tuvieron una significativa importancia más allá del papel que desempeñaron en los inicios del movimiento como musas, objetos de deseo o compañeras. 







Claude Cahun, Kay Sage, Nadja, Toyen, Dora Maar, Leonor Fini, Remedios Varo, Dorothea Tanning, Ángeles Santos, Meret Oppenheim y Leonora Carrington. Once en total son  los nombres femeninos que aparecen en esta exposición, nombres rescatados para devolverles el interés que tuvieron como personalidad creativa.






Resulta significativo comprobar la mínima atención que se ha prestado en el ámbito del arte a la relación entre el surrealismo y el sueño. Las muestras dedicadas al surrealismo en general, son muchas y también las enfocadas a  los sueños pero, hasta la fecha, no ha tenido lugar una exposición de arte que aborde monográficamente, y con la intensidad que ello exige, esa temática central e intensamente sugestiva: el surrealismo y el sueño. Por ello, el Museo Thyssen se detiene ahora en el universo imposible de los grandes maestros de la primera parte del siglo XX con la muestra El surrealismo y el sueño.












La exposición se articula en ocho capítulos que la organizan temáticamente:  
Los que abrieron las vías;  
Yo es otro (Variaciones y metamorfosis de la identidad);  
La conversación infinita (El sueño es la superación de Babel: todas las lenguas hablan entre sí, todos los lenguajes son el mismo); 
Más allá del bien y del mal (Un mundo donde no rigen ni la moral ni la razón);  
Donde todo es posible;  
El agudo brillo del deseo. (La pulsión de Eros sin las censuras de la vida consciente); Paisajes de una tierra distinta; y  
Turbaciones irresistibles (La pesadilla, la zozobra).




 

0 comentarios: