CON NOMBRE PROPIO: CELIA MUÑOZ DE UNZUE



¿POR QUÉ LOS CALCETINES ESTÁN TRISTES?

Soy un niño de ocho años, me llamo Manolín. Anoche, cuando me acosté, creí oír una vocecilla a punto de llorar; puse atención ¡qué lamentos tan desconsolados escuché!

“Así es siempre; me quitan de un tirón ¡y al suelo! Poco importa donde caiga, ni si estoy arrugadito toda la noche, hasta el día siguiente que una zarpa me estruja para meterme en un aparato que da vueltas y vueltas…
Hay muchas más prendas, todas revueltas y bien mojaditas. ¡Qué mareo! 
Menos mal que después una mano me acaricia y me cuelga al aire libre. ¡Eso sí que me gusta! Pero dura poco, por algún sitio me empieza a doler, me estirajan y siento un pellizco.

Cuando estoy seco no me libro de que me aplasten porque me ponen la plancha encima; de nada vale que me queje, enseguida me encierran en un cajón; allí me duermo de aburrimiento, hasta que una mano rebusca y me coge, me suelta con desprecio, lo piensa mejor, me vuelve a recoger… Y aquí empieza otra tortura: ¡Me meten el pie a tirones y en un calzado! Si es justo me presiona todo el día y no hay quien lo soporte. Si es amplio el roce con los bordes me hace unas rozaduras que a veces hasta me llegan a agujerear.¡Qué dolor! Manolín, llevas un tomate, le dicen.

Si el pie es un poco grande me estiran más y más, pero yo me encojo y vuelvo a mi ser. Enseguida oigo “ya me he comido estos asquerosos calcetines” Es la única vez que yo me sonrío, ¡que se aguante!

Cuando los pies huelen mal, al final de la jornada vengo ya desmayado. Es muy triste mi vida, siempre pisoteado y más ahora que nos fabrican con unos tejidos que dicen que son “eternos”.

Me he despertado esta mañana; he tenido un sueño más raro... He buscado mis calcetines; estaban arrugados, tirados donde anoche los dejé. Me han dado una pena…

Les he pedido perdón. Desde hoy los trataré mejor.

CELIA MUÑOZ

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es un cuento muy ocurrente y gracioso. ¡Pobres calcetines! Después de leerlo, también a mi me dan pena. ¡Que vida tan dura..! Aunque al menos suelen ir calentitos

Suso dijo...

Tienes razón Celia, es una vida muy triste la de los calcetines.
Y qué me dices de cuando los separamos de su pareja y los juntamos con un desconocido...
En fin, muy triste!!