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El origen del Museo se remonta a 1792, gracias a
una iniciativa de don Antonio de Valdés y Fernández Bazán, Secretario de Marina
del rey Carlos IV. Tras múltiples vicisitudes, el Museo actual se reabrió en
octubre de 1932 en su sede actual del antiguo Ministerio de Marina, hoy Cuartel
General de la Armada.
La misión del Museo consiste en
adquirir, conservar, investigar, comunicar y exhibir para fines de estudio,
educación y contemplación, piezas, conjuntos y colecciones de valor histórico,
artístico, científico y técnico relacionados con la actividad naval, a fin de
difundir la historia marítima de España, contribuir a ilustrar y salvaguardar
sus tradiciones.
Vitrinas repletas de instrumentos náuticos, fusiles, trabucos, mosquetes... ¡Una espléndida huida hacia el pasado!
Las salas expositivas del Museo, ordenadas
cronológicamente, contienen colecciones de objetos Históricos de muy diversa
índole custodiados por la Armada y que van desde el s. XV hasta la actualidad.
Cualquier sala o vitrina es una invitación a recrearse en su contemplación.
Cualquier sala o vitrina es una invitación a recrearse en su contemplación.
Detalles curiosos, como este botiquin, nos invitaban a imaginar como sería la vida en los barcos de la época a la que pertenece. |
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| Especial curiosidad nos despertaron vitrinas como estas, con objetos procedentes de filipinas. |
Así mismo el museo organiza exposiciones temporales, como la que hoy también podremos ver: Mar de Alas
Conmemora el centenario, de la creación de la aeronáutica la Armada.
Consta
de siete espacios, en los que los asistentes podrán informarse sobre el
contexto del nacimiento de la aviación naval y su desarrollo.
Conocer las primeras participaciones en operaciones de combate y la influencia de la aviación general en España.
Este recorrido hace especial énfasis en la incorporación de las aeronaves embarcadas. Un hecho que supuso la transformación de las operaciones navales, convirtiéndose en una parte inseparable de la Armada, durante la segunda mitad del siglo XX.
Demasiadas salas para visitar detenidamente en una mañana, por lo que nos hacemos propósito de volver en otra ocasión, para disfrutar de esta magnífica colección, que para muchos de los madrileños y visitantes de la capital pasa desapercibida y debería ser obligada por la información y belleza de la extensa colección.
Y como vale más una imagen que cien palabras, aquí tenéis algunas fotos más de lo que podéis encontrar en el interior de este museo, cuya visita os recomendamos.
Agotados por tanta cantidad de información Alejandro quería comprarse los
nudos marineros, Lui se prendó de unas preciosas maquetas de Juncos filipinos, Graziela
de un pequeño juego de dominó, a Bego le encantó el botiquín…
Ante la imposibilidad de hacernos con el “botín” Fede, Pilar y Cruz, compraron llaveros, y el resto nos quedamos con las ganas.
No quisimos abandonar la zona sin dedicar unos segundos a contemplar el edificio por fuera, que es una verdadera maravilla para la vista.
Ante la imposibilidad de hacernos con el “botín” Fede, Pilar y Cruz, compraron llaveros, y el resto nos quedamos con las ganas.
No quisimos abandonar la zona sin dedicar unos segundos a contemplar el edificio por fuera, que es una verdadera maravilla para la vista.
Buscamos sitio para el aperitivo por la zona, y elegimos Diferen- T, en la calle de Alcalá; aunque es un local renovado y agradable rememoramos tiempos pretéritos llevados por las palabras y comentarios que nuestra actual presidente hizo, y no pudimos evitar la pena que produce que lugares emblemáticos de nuestra ciudad desaparezcan para dar lugar otros modernos y de diseño, pues poco a poco se pierde cierta identidad del Madrid de siempre. Pero la verdad, hay que adaptarse a los tiempos y al mal tiempo buena cara. 
Se nos paso la pena con los vermut, cañas y vino, que acompañamos de patatas bravas, alitas de pollo y por último ensaladilla rusa, cortesía del restaurante.
Se leyeron los relatos sobre "lo que un objeto dice, piensa, o
cuenta" especialmente celebrado el de Celia con su "LLAVE OLVIDADA".
Todo el día fue una suma de agradables acontecimientos, que cerramos con historias, que en la mayoría de los casos nos hicieron sonreír.
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