SOL-MAR II (continuación)

 Continuamos con la publicación de los relatos del juego SOL-MAR



    MELOCOTONES BLANCOS

 Sentada, mirando hacia los árboles frutales del jardín, su voz sonó suave:

“Seré breve, esta es mi crónica, la de una mujer ciegamente enamorada que renunció a todo, carrera, amigos… No quiso escuchar las noticias que oía, pensaba que eran sólo espejismos. No quiso saber y miró hacia otro lado, como los girasoles. Era mi héroe, sus amantes, eran parte del pasado.

Durante un tiempo vivimos, o eso creí, en el paraíso, no había motivos para dudar cuando me decía que cada día juntos era especial, que nuestro amor tenía una marca que lo hacía diferente.

Cuando supe de la existencia de otras mujeres, no pude soportarlo. Por eso lo hice. Los mejores recuerdos que me quedan de él son sus mentiras”.

El inspector levantó la vista después de escuchar su última frase. Ella sonrió y mirado hacia el exterior murmuró: este año no podré ver madurar los melocotones blancos.

Marisol Mariño

 

   EL ENCUENTRO

 No tengo palabras para describir el impacto que me produjo la visión de aquella mujer de rojo en la escalera. Lo primero que pensé es que se había abierto la veda del mercado de mujeres del paraíso.

Habría que estar ciego para no temblar ante semejante belleza.

¿Sería acaso un espejismo? Soy un sentimental.

Me pellizqué y di un pequeño salto que casi me cuesta la caída, y que involuntariamente me arrojaría a sus brazos. Sus ojos eran dos girasoles encendidos que quemaban mi cuerpo.

No sé cuánto tiempo estuve embelesado frente a esa imagen, hasta que una voz, francamente masculina me dijo: -¿Me deja usted pasar, por favor?

Lui Antonioli



LOS MEJORES

 No era fácil cumplir las bases del concurso; meter en diez líneas palabras como melocotonesparaísomeridiano o ataúdes se me antojaba misión imposible

Entre mis amigos de la tertulia literaria, amantes de la escritura con doce publicaciones en el mercado, debatimos cómo enfocarlo, pero tendríamos que ser muy ciegos para no reconocer que quien fuese capaz de hacerlo y que el texto tuviera cierto sentido, será un héroe.

Soy una mujer sentimental y el relato ganador, seleccionado entre los mejores que se han presentado, me ha emocionado: no le falta ni le sobra una letra. ¡Ah! Y lo firma una heroína

Pilar Ugarte

CRÓNICA SENTIMENTAL EN ROJO

 Las mejores palabras, las que de verdad palpitaron sobre todos nosotros, en el mercado de espejismos las dijo ella: la mujer de la escalera.

Ella que sentada junto a los tres ataúdes blancos, de sus niños recién muertos en aquella absurda reyerta, fue capaz de escribirlas, tratando en vano de desterrar su catástrofe.

Días después la encontraron tirada, en un campo de girasoles ciegos.

Menguada la luna en la marca del meridiano, los amigos del crimen perfecto, amantes en el tiempo de la infamia, vuelven a la aldea. En la cantina beben, jactándose entre lances y retos.

En el interior de los melocotones helados, la tetradoxina espera.

El temblor del héroe, liviano como la venganza, envuelve a la mujer cuando se les aproxima con la bandeja. Mañana en “Las últimas noticias de Paraíso” todos serán portada.

Mientras tanto un pez globo sigue nadando en el estanque.

                                                                                                        María Begoña Peña

 

  

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