TAF SE MUEVE: REAL JARDÍN BOTÁNICO

Después de sufrir unos días de bastante frío, aprovechamos la mañana soleada para realizar la salida mensual. Y qué mejor sitio para disfrutar de un rato al aire libre que el Jardín Botánico, para celebrar así la primavera y llenar nuestras miradas de color. 


No solo es agradable recorrer los paseos y parterres con flores y árboles, también aprendiendo curiosidades como la muestra de paneles con explicaciones de plantas tintóreas, especies de las que se sacan pigmentos, como el Palo de Campeche que produce el negro que tan famoso se hizo en la corte de Felipe II.

Y así llegamos hasta el Pabellón Villanueva para ver la exposición "Ellas ilustran botánica", un reconocimiento al trabajo de las pioneras en la ilustración botánica y presentar el de las contemporáneas.

Muchas mujeres, en el siglo XVIII , desafiando a las limitaciones impuestas en su época, empezaron a embarcarse en expediciones científicas para investigar  y documentar la flora autóctona, avanzando en el estudio y dibujando ejemplares en su ecosistema natural, rodeado de su hábitat.

En el siglo XVII las primeras ilustradoras científicas eran excelentes pintoras que realizaban bodegones y obras de naturalezas muertas para colecciones de reyes y nobles.

Gracias a esas obras, algunas mujeres pudieron independizarse, o ayudar a las maltrechas economías familiares.


En la antigüedad eran ellas quienes identificaban, recolectaban y estudiaban las plantas con fines curativos. Las llamadas brujas, no eran nada más, y nada menos, que científicas que ejercían de médicas, químicas y botánicas. Estas sabias empleaban sus conocimientos sobre plantas y hierbas para paliar enfermedades y dolencias.

Y así, de vuelta a pasear entre flores, nos despedimos de la exposición, preciosa, interesante y muy aleccionadora.

La mañana seguía con una temperatura estupenda y el sol nos acompañó hasta la calle de Jesús,  para tomar el aperitivo en Cervezas la Fábrica.


Después de unas riquísimas tostas y el vermú, ya descansados, volvimos a ponernos en marcha para ir la calle del Prado a comer en Decadente.


Una comida tranquila y agradable, sin más.  Y de ahí al café, un local de esos "de toda la vida".

 Como es preceptivo hicimos la tertulia, leímos los trabajos correspondientes y pusimos el tema para la siguiente reunión.


También, como todos los años con motivo de el Día del Libro, procedimos al sorteo para ver a quién le tocaba el que TAF compra para celebrar esa conmemoración; el número lo sacó la mano inocente del camarero, y recayó en el 3, el elegido por nuestra compañera Marisol. 

Y así terminamos la salida mensual de TAF. 

En mayo más.  

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