COMO A LOS QUE NOS TIRAMOS AL FOLIO NOS SIGUE GUSTANDO ESCRIBIR CARTAS Y RECIBIRLAS, AUNQUE AHORA CADA VEZ SEA MENOS HABITUAL, ESTE VERANO PODRÉIS LEER EN ESTE BLOG LAS CATORCE CARTAS QUE LOS INTEGRANTES DE TAF RECOPILAMOS PARA PUBLICAR EN EL Nº 15 DE NUESTRA COLECCIÓN DE CUADERNOS LITERARIOS, BAJO EL TÍTULO "JUEGO DE CARTAS".
ESPERAMOS QUE OS GUSTE EL GENERO EPISTOLAR, Y MANDAR Y RECIBIR CARTA. ADEMÁS, SI QUERÉIS PODÉIS RESPONDER A ALGUNA DE ELLAS A TRAVÉS DEL CORREO ELECTRÓNICO (tirarsealfolio@gmail.com) QUE NO NECESITA SELLO Y VUESTRAS RESPUESTAS SERÁN PUBLICADAS EN ESTE BLOG. FELICES VACACIONES
Pilar Ugarte
Queridísimo Koldo:
Escribo a sabiendas de que esta
carta nunca llegará a ti. Dormirá en el cajón que custodia
nuestros recuerdos, nuestra doble vida. No sé a ciencia cierta
porqué escribo, la despedida fue tan triste, tan dolorosa… Quizás
lo hago para desahogarme, un rasgo más de mi carácter egoísta y
cobarde. Sé que lo soy. Lo soy desde la primera vez que nuestras
manos infantiles se juntaron y no quise atender el impacto que aquel
contacto inocente me producía.
Estoy en el caserío, en mi
cuarto, y no me asusta la soledad; al contrario, agradezco que no
haya nadie en kilómetros, como tantas veces celebrábamos al
encontrarnos aquí. Por la ventana veo el paisaje silencioso, el
prado que las sombras puebla de siluetas inquietantes. En el
firmamento cobalto, las pulsaciones de las estrellas, condenadas a
perpetuidad a ver el mundo apenas unas horas, me dedican guiños
sabedores.
Les pasa como a nosotros, querido
Koldo, somos prisioneros. Sé que podíamos haber buscado una
solución, un entorno menos opresivo, más impersonal, para perpetuar
nuestro amor, pero yo no soy como tú que tienes claras las
prioridades, asumida tu realidad; me aterra enfrentarme a tantas
personas, a tantas trabas e inconvenientes. Acataré el papel que mi
padre me tiene asignado, el compromiso que, llevado por un pacto
obsoleto, un interés mercantil y social, acordó con el que pasado
mañana será mi suegro. Soy consciente del anacronismo tan fuera de
lugar en los tiempos que corren, pero en contraposición a mi amor
pesa la obligación debida, el respeto a mis mayores y, en ese punto,
la balanza se desequilibra y tú y yo perdemos.
El solo pensamiento me produce
escalofríos. No alcanzo a imaginar la primera noche en esta misma
casa, la misma cama, y tener que acariciar un cuerpo que no es el
tuyo. Y mirarme en otros ojos, negros como mi pena, y añorar los
tuyos ambarinos, tu piel dorada…
Mentiré. Mentiré un amor que no
siento, una pasión que será posible poniendo mi pensamiento en
nuestras caricias. Musitaré palabras vanas, y los silencios te
hablaran a ti. Pasada la primera etapa matrimonial fingiré apatía,
exceso de trabajo, y los abrazos se diluirán, los distanciaré.
Reconozco que es una extraña manera de guardarte fidelidad, pero no
encuentro otra. Es la insuficiente manera de hacerme perdonar, de
purgar mi debilidad.
Será un reto. Un infierno, más
bien. Estamos condenados a tropezarnos con frecuencia, a compartir
tiempo y espacio. Esta ciudad es tan desesperantemente pequeña…
Aún sin llegar, temo el día que
nos encontremos de frente; inevitablemente aflojaré el paso para no
levantar sospechas, ignorando a los pies que me urgirán a correr.
Guardaré las manos en los bolsillos escondiendo los puños cerrados
para contener la necesidad de tocarte. Fingiremos indiferencia, como
tantas veces hicimos, pero la dulce certeza de un encuentro posterior
ya no existirá y la indolencia se tornará amargura.
¿Y en misa? Te sabré en el
sitio acostumbrado, a mi espalda, acariciándome la nuca con la
mirada, aferrándote al banco para sentir la dureza de la madera y
olvidar la blandura de mi cuerpo. Y añoraré tus brazos fuertes,
protectores, y escucharé tu suspiro desalentado, de frustración,
hermanado con el mío.
Las sombras ya se difuminan, los
latidos de las estrellas son apenas chispazos pálidos; se cumple su
ciclo, pero ellas saben que mañana volverán a brillar, con la misma
certidumbre que yo sé que en mi firmamento nada volverá a ser
igual.
Koldo, aunque el mundo lo ignore,
en mi corazón seré tuyo para siempre
Te quiere: Mikel.
FIN
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