Se
deja de querer...
Y no
se sabe porque se deja de querer
Es
como abrir la mano y encontrarla vacía
Y no
saber de pronto que cosa se nos fue.
Se deja de querer...
Y es
como un río cuya corriente fresca ya no calma la sed
Como
andar en otoño sobre las hojas secas
Y
pisar la hoja verde que no debió caer.
Se deja de querer...
Y es
como el ciego que aun dice adiós llorando
Después
que pasó el tren.
O como
quien despierta recordando un camino
Pero
ya solo sabe que regreso por él.
Se deja de querer...
Como
quien deja de andar una calle sin razón, sin saber
Y es
hallar un diamante brillando en el rocío
Y que
ya al recogerlo se... se evapore también
Se deja de querer...
Y es
como un viaje detenido en las sombras
Sin
seguir ni volver
Y es
cortar una rosa para adornar la mesa
Y que
el viento deshoje la rosa en el mantel
Se
deja de querer...
Y es
como un niño que ve como naufragan sus barcos de papel
O
escribir en la arena la fecha de mañana
Y que
el mar se la lleve con el nombre de ayer.
Se deja de querer...
Y es
como un libro que aun abierto hoja a hoja quedó a medio leer
Y es
como la sortija que se quitó del dedo
Y solo
así supimos... Que se marcó en la piel.
Se deja de querer...
Y no
se sabe porque se deja de querer.
Jose
Angel Buesa.
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