CORRESPONDENCIA TAF


Begoña de Antonio Vallejo

                                                                                                                     Madrigal 3 de mayo del 2000

Querida Sara, qué bueno saber de ti. Estuve por llamarte en Navidad, se me pasó, discúlpame, luego me dio vergüenza felicitarte en febrero. En estos días te llamo, lo prometo.
Me dices que si sé algo de Marta. No, hace años que no la veo. Se casó ¿lo supiste, no? Encontró un muchacho muy agradable, era gerente en el hotel que ella trabajaba, la vio en bikini y cayó, Marta era un bellezón, no sé como estará ahora, siempre fue coqueta ¿recuerdas que jamás se le iba el pintalabios aunque comiera bocadillos?
Tuvo muchísimos novios. En la facultad se enamoriscó de un profesor, un sociólogo, un tipo nada atractivo, más blanco que un inglés y rarísimo, fuimos a un seminario a Barcelona y allí tuvieron algo, no sé, debieron de tontear y él se la llevó a la habitación, te puedes imaginar lo que pasó, cuando regresamos a Madrid se lo contó al noviete que tenía y me vi metida en sus líos. ¿Pues no me llama el muchacho para preguntarme que qué pasó en Barcelona? Al parece Marta le dijo que el sociólogo medio la violó, y ahí estaba yo dándoles la dirección de un centro de abortos londinense, por si acaso.
Después de eso se encaprichó de un chaval vasco que estaba en nuestro curso, a lo mejor te lo presentó, era aquel que iba en moto y tenía frenillo en la lengua, así que cuando le decía
-Marta ¿por qué eres tan guapa?-, ella enloquecía, el chico sonaba muy francés.
Bien que aprovechó la belleza ¿recuerdas que fue la primera que tuvo coche? Yo creo que se lo sacó al dueño del hotel donde trabajaba, al viejo se le caía la baba, la nombraron subdirectora al año de entrar y no es que piense que no se lo merecía, pero nunca presentó tesis como nosotras. Lo que me dijo ella es que el hombre se pegó un buen chasco cuando se casó con el gerente.
No ha tenido hijos y al marido le dio algo, no sé, creo que fue del corazón, ya ves tú, al final se tuvo que poner a trabajar otra vez, ella que decía que si se casaba era para no hacer nada. Mucha guapura pero la vida nos pone en nuestro sitio.
Sarita ando muy mal de tiempo, de verdad que en cuanto tenga un rato te llamo y hablamos. 
Un besito. 
 Manoli





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